Desde que empezamos nuestra educación los números y operaciones forman parte de nuestro día a día. En ocasiones, la manera de afrontar los cálculos y problemas lleva a que los niños, según van creciendo, vayan odiando cada vez más las matemáticas, porque en general la educación se centra en enseñar operaciones en base a la repetición en lugar de sobre el entendimiento.
Sinopsis: Kaito es un estudiante con altas capacidades, aficionado a los rompecabezas, que intentará hacer frente al "puzle imposible de resolver", resolviendo pruebas y acertijos que supuestamente no tienen solución.
Phi Brain es un anime, proveniente de un manga con el mismo nombre, que nos introduce en el mundo del pensamiento matemático mediante la resolución de puzles y retos, que guiarán a los protagonistas hacia el final de su aventura. Con una estética divertida y emocionante seguimos los pasos del personaje principal, Kaito, un adolescente con una gran capacidad de cálculo mental, que hará frente a los acertijos de la serie y poco a poco irá sumando aliados que le ayudarán en su camino.
Los retos que Kaito tendrá que resolver son muy parecidos a esos ejercicios mentales y rompecabezas matemáticos que encontramos circulando por internet, donde el ingenio y la flexibilidad mental son dos ingredientes fundamentales para llegar a la solución correcta. Tanto es así que el anime se emitió en Japón en un canal educativo, y aunque no ha llegado de manera legal a distribuirse fuera del país, sus 75 episodios se pueden encontrar en páginas de visionado online.
La manera en la que la serie afronta las matemáticas, como el medio para salvar o condenar a la humanidad, es lo que motiva al protagonista y al espectador a continuar con un reto tras otro. Además la serie no deja de lado los sentimientos de frustración, preocupación y otros conflictos que todos sufrimos alguna vez al hacer frente a los problemas matemáticos, llegando incluso a relacionarlo con nuestro bienestar personal y las relaciones interpersonales. Es en definitiva una serie con la que cambiar la etiqueta de aburridas o odiadas que tantos utilizamos para referirnos a las matemáticas.