El retorno nunca es fácil cuando creímos dejar atrás un vacío que resultó estar más lleno de lo que quisimos reconocer en ese entonces. Algunos restos del pasado esperarán tu regreso, para hacerte saber que siempre estuvieron y estarán contigo. Mientras tú sigues todavía intentando olvidar lo último que viviste. Quién dijo que las segundas partes nunca fueron buenas es porque no aprendió de las primeras, y no hay nada que reprocharle, porque a veces necesitamos hasta una tercera vez para quitarnos la venda, que nos impide ver la realidad sin filtros. Inevitablemente, a veces, todos debemos volver la vista atrás, desandar el camino y absolvernos por elegir una senda que fue lo que esperábamos. Y mientras las heridas por las caídas van sanando, también recordaremos por qué nos levantamos y, a pesar de todo, y sin importar la dirección, seguimos adelante, apostándolo todo por un futuro que puede que continuemos sin alcanzar.

Este microrrelato nació como un sueño más largo, con personajes y una trama muy dura, pero al momento de ponerme a escribir, estas fueron las palabras que me salieron. A veces hay que limpiar el contexto de lo que queremos contar para que el mensaje se transmita como queremos. Espero haberlo conseguido.