Ya hace más de un año que tuve la oportunidad de formar parte de un colegio con un proyecto muy muy bonito. Este colegio es el San Gabriel de Madrid, y no miento al deciros que era el colegio que estuve reservando para hacer mi último año de prácticas de Magisterio, porque sabía que estar allí durante 4 meses merecería la pena, y no me equivoqué
No os voy a aburrir contándoos mis aventuras en el colegio, con los profesores, todo lo que aprendí de mi labor, de mí misma, de los niños… no, pero sí que voy a compartir un día en concreto: El día de la radio. Cada semana el profesor de música junto a un grupo de profesores y alumnos, organizan diferentes secciones de radio, en las que toda la comunidad educativa está implicada: desde las familias, pasando por la directiva del centro y hasta invitados especiales que se acercan al cole para participar.
Por supuesto, no es algo novedoso ni innovador, la radio lleva utilizándose años, y no debería dejar de usarse, porque el empoderamiento que ofrece a los alumnos es difícil de conseguir por otros medios, ya que hasta los más pequeños (y hablo de niños de 2 años) se animan a participar, y los mayores no pierden la motivación por hacerlo.
Claro está que la labor y motivación docente, junto con el apoyo de la directiva, fue la semilla necesaria para que el proyecto germinase en el colegio, y terminase convirtiéndose en una parte más de su proyecto. Pero a lo que quiero llegar con esta vivencia es que no hace falta romper con todo, no es necesario remover entre las pedagogías alternativas para encontrar experiencias aptas para cualquier centro que enriquezcan sus enseñanzas.
A veces, en lo simple está la respuesta, y en creer que se puede conseguir, el éxito.